domingo, 23 de agosto de 2009

Enseñar a Leer a Los Alumnos con Discapacidad Intelectual

Enseñar a Leer a Los Alumnos con Discapacidad Intelectual: Una Reflexión Sobre la Práctica
José Luis Ramos Sánchez (*)

Síntesis: En este trabajo se presenta una reflexión sobre la enseñanza de la lectura dirigida a los alumnos con discapacidad intelectual. Desde una perspectiva teórico-práctica, creemos que no existen métodos de lectura eficaces sólo para un determinado tipo de alumnos con discapacidad, o, al menos, consideramos que si el procedimiento es adecuado para el alumno con discapacidad, también lo puede ser para el resto. En todo caso, defendemos que la propia característica del alumno y del contexto, junto con la aplicabilidad de conocimientos que hoy se poseen sobre las etapas y los procesos de lectura y escritura, van a condicionar los logros.

1. Introducción

La cuestión de encontrar métodos de lectura eficaces para enseñar a leer ha sido una obsesión entre los profesionales que nos dedicamos a la educación de los más jóvenes. En los últimos años han surgido numerosas propuestas encaminadas a dar respuesta a las dudas de los maestros dedicados a enseñar a leer, pero, sobre todo, han sorprendido aquellas que específicamente van dirigidas a los alumnos con discapacidad intelectual, sin tener en cuenta que estos, así como el resto, no constituyen un grupo homogéneo, y que, por eso, es casi imposible argumentar de manera general los mismos objetivos de enseñanza, aunque sí de procedimientos comunes a ella. En esta línea, a la hora de afrontar la enseñanza de la lectura ha existido un planteamiento inadecuado cuando se presenta la clásica pugna entre los métodos (analítico y sintético), puesto que no se trata de defender el predominio del uno sobre el otro, sino de que uno cede paso al otro dependiendo de los objetivos de cada situación. Además, la enseñanza eficaz de la lectura para todos implica tener en cuenta la existencia de unas etapas cuyo respeto e identificación facilitan el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por otro lado, la expresión «aprender a leer» es muy ambigua, si tenemos en cuenta que leer implica poner en funcionamiento procesos comunes a todos los alumnos, aunque no todos podrán desarrollarlos en la misma medida. En todo caso, podríamos considerar que el alumno está «aprendiendo a leer» y admitirlo como un continuo, teniendo en cuenta que se trata de un proceso general complejo que abarca desde la decodificación de letras hasta la comprensión de textos.

Por su parte, la investigación educativa viene demostrando que debe mantenerse una postura crítica en torno al concepto tradicional de «madurez para la lectura», puesto que se ha comprobado que las experiencias lectoras y escritoras en edades tempranas facilitan el aprendizaje de todos los alumnos, y no sólo de aquellos que tienen discapacidad intelectual.
Estos argumentos constituirán los referentes básicos a partir de los cuales desarrollaremos nuestra exposición, que estará basada en la siguiente idea central:

No se ha comprobado que exista un método exclusivo que favorezca el aprendizaje de la lectura dirigido a los alumnos con discapacidad intelectual, aunque sí podríamos hablar de estrategias metodológicas que favorecen el aprendizaje lector de todos los alumnos, incluidos aquellos que tienen discapacidad intelectual.

Podéis leer el artículo completo en: http://www.rieoei.org/rie34a07.htm

Unidad 10: Organización del centro educativo

La atención a la diversidad es uno de los indicadores de calidad del centro educativo.
Los alumnos con altas capacidades son muy inteligentes, pero pueden suspender hasta un 65% y fracasan en sus estudios, según los estudios internacionales. Para darles respuesta educativa es necesario:

Identificarles, aplicando pruebas psicopedagógicas de inteligencia, creatividad, y cuestionarios de padres y profesores.
Aplicarles programas de intervención, que pueden ser de aceleración, agrupamiento y enriquecimiento.
Se pueden proponer adaptaciones curriculares en el aula para trabajar en las asignaturas que sea conveniente.

El objetivo de la educación inclusiva es el reconocimiento de las diferencias y la construcción del aula como comunidad de aprendizaje para que se trabaje de forma que cada persona encuentre lo que necesite y ayude a los demás.

Unidad 9: Dificultades de aprendizaje frecuentes: Dificultades de atención e Hiperactividad

Los trastornos de atención e hiperactividad pueden ocasionar dificultades en el aprendizaje:

Dificultades en la lectura
Dificultades en el lenguaje.
Dificultades en las matemáticas.
Dificultades en la escritura.

Para mejorar la atención y el rendimiento, es conveniente que el profesor trabaje en equipo con los profesores y los padres. Además, conviene facilitar rutinas claras, ser flexible y aplicar metodologías activas mediante la tecnología y las conductas que favorezcan la atención sostenida.

Es importante no precipitarse en la calificación de “hiperactividad” a los primeros síntomas que observamos de impulsividad. Es necesario identificar las causas que lo provocan, realizar un diagnóstico preciso e intervenir en consecuencia.

Conveniente tener en cuenta los procesos de aprendizaje de cada uno de los alumnos, desde la base neuropsicológica, las habilidades cognitivas y el entrono educativo.

Las dificultades de aprendizaje se resuelven en la mayoría de los casos mediante la preparación de los profesionales y los profesores para afrontarlas, aplicando diagnósticos eficaces e interviniendo con recursos y herramientas que podemos disponer hoy, siempre con enfoque positivo.

Los programas deben aplicarse en función de las necesidades y las causas que provocan el bajo rendimiento escolar: Neuropsicológicas, cognitivas y conductuales.