viernes, 16 de julio de 2010

Evaluación por competencias

Los nuevos sistemas de evaluación intentan reflejar la diversidad de procesos mentales que se activan para facilitar el aprendizaje, centrándose más en los procesos que en el producto.

La reproducción de conocimientos no es una garantía del dominio de una competencia, por lo que se hace necesario, la búsqueda de nuevas formas de evaluación.

La evaluación por competencias debe de realizarse en situaciones lo más próximas posible a los contextos reales.

La evaluación por competencias nos indica las fortalezas y las debilidades de los alumnos. Esto nos sirve para ajustar el proceso de aprendizaje y para tomar decisiones acerca de la planificación y la ejecución de la enseñanza. De esta manera la evaluación es una parte integral del proceso de aprendizaje de los alumnos y de la enseñanza del profesor.

Competencia de aprender a aprender

Aprender a aprender supone iniciarse en el aprendizaje y ser capaz de continuarlo de manera autónoma. Supone también poder desenvolverse ante las incertidumbres tratando de buscar respuestas que satisfagan la lógica del conocimiento racional. Implica admitir diversidad de respuestas posibles ante un mismo problema y encontrar motivación para buscarlas desde diversos enfoques.

El proceso de aprender a aprender no es una disciplina sino que afecta al desarrollo del pensamiento y al propio proceso del aprendizaje.

La adquisición de esta competencia requiere ser consciente de lo que se sabe y de lo que queda por aprender, de cómo se aprende, y de cómo se gestionan los procesos de aprendizaje.

La adquisición de la competencia de aprender a aprender no se logrará de modo espontáneo, sino que se conseguirá con una intervención consciente, programada, continuada y evaluable dentro del sistema educativo.

Competencia en autonomía e iniciativa personal

Entendemos por competencia en autonomía e iniciativa personal la posibilidad de optar con criterio propio y llevar adelante las iniciativas necesarias para desarrollar la opción elegida y hacerse responsable de ella, tanto en el ámbito personal como en el social o laboral.

La competencia en autonomía e iniciativa personal implica:

Habilidades personales.
Habilidades sociales.
Habilidades relacionadas con el liderazgo.
La adquisición de esta competencia no es exclusiva de un área de conocimiento sino que afecta al aprendizaje en general y al desarrollo personal y social del alumno.

La autoestima hace referencia al grado de aceptación de uno mismo.

La responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.

El espíritu de superación es una actitud que motiva a las personas a perfeccionarse a sí mismas, venciendo los obstáculos y dificultades que se presenten; desarrollando la capacidad de hacer mayores y mejores esfuerzos para lograr los objetivos propuestos.