La intervención preventiva se anticipa a la aparición de elementos o circunstancias que pueden ser un obstáculo en el desarrollo global y total de la persona.
Hay dos procesos claves en el desarrollo neurofuncional: La dendrogénesis o crecimiento dendrítico de las neuronas y la mielogénesis o recubrimiento de mielina de los axones.
De o a 6 años maduran áreas cerebrales que hacen posible la iniciación en los aprendizajes.
De 7 a 11 años: es un periodo clave para desarrollar la atención y los requisitos neurofuncionales para la lectura, la escritura y el cálculo.
De 12 a 16 años, la especialización hemisférica, la mielinización del cuerpo calloso, y otras áreas de asociación interhemisférica, las áreas prefrontales y de especialización específicas, culminan su proceso madurativo.
Las experiencias realizadas para mejorar el rendimiento escolar trabajando las habilidades neuropsicológicas muestran procedimientos eficaces para la prevención y superación de dificultades de aprendizaje.