Los trastornos de atención e hiperactividad pueden ocasionar dificultades en el aprendizaje:
Dificultades en la lectura
Dificultades en el lenguaje.
Dificultades en las matemáticas.
Dificultades en la escritura.
Para mejorar la atención y el rendimiento, es conveniente que el profesor trabaje en equipo con los profesores y los padres. Además, conviene facilitar rutinas claras, ser flexible y aplicar metodologías activas mediante la tecnología y las conductas que favorezcan la atención sostenida.
Es importante no precipitarse en la calificación de “hiperactividad” a los primeros síntomas que observamos de impulsividad. Es necesario identificar las causas que lo provocan, realizar un diagnóstico preciso e intervenir en consecuencia.
Conveniente tener en cuenta los procesos de aprendizaje de cada uno de los alumnos, desde la base neuropsicológica, las habilidades cognitivas y el entrono educativo.
Las dificultades de aprendizaje se resuelven en la mayoría de los casos mediante la preparación de los profesionales y los profesores para afrontarlas, aplicando diagnósticos eficaces e interviniendo con recursos y herramientas que podemos disponer hoy, siempre con enfoque positivo.
Los programas deben aplicarse en función de las necesidades y las causas que provocan el bajo rendimiento escolar: Neuropsicológicas, cognitivas y conductuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario